Espero estas palabras los lleven no a conclusiones sino a cuestionarse acerca de sus propias opiniones respecto al arte, su impacto y su función. ¡Exijámosle a Tijuana más diálogo!
La música despierta en nosotros los melómanos un senti-miedo de confort que los mitómanos experimentan al mentir y los cleptómanos al deslizar un artefacto ajeno en sus bolsillos.