por Emily Alejandra Robles Hernández
“Mi teléfono sonaba, lo ignoré. Damián desató mi lencero y me sentí caer de nuevo en ese viaje. Mi teléfono vibró, tenía un mensaje. “No contestes”
Me puse aquel lencero que a él tanto le gustaba, ese de encaje aperlado, que caía como cascada hasta mi cadera. Estaba descalza en mi cuarto, escondiendo cualquier cosa que exhibiera, que no estaba preparada para recibirlo sin antelación.
Me miré al espejo una última vez para reafirmar que mi cabello estaba impecable y mi maquillaje rozaba el punto exacto entre lo casual y lo perfecto. Después, me dirigí a la puerta principal y la dejé entreabierta para facilitar su entrada. Corrí de vuelta a mi cuarto, emocionada y encendida como las llamas de las velas que decoraban mi habitación. Tomé mi teléfono y le dejé un mensaje a Damián:
⎯Te dejé la puerta abierta. Me urge que llegues…
⎯“Estoy muy cerca, espérame en la cama”, respondió.
Pasaron cuantos minutos y escuché la puerta abrirse. Damián pisaba impetuoso, resonante, rítmico. El suelo palpitaba con cada paso, tanto como mi cuerpo. Mi piel ya hervía ante la fricción de las sábanas y la presencia de Damián, solo aumentaba mi agitación.
Después de una eterna espera, entró a mi cuarto. Me miró a los ojos, brillaban más que nunca, tenía un aura tan intensa que me sentí débil, me acompañó a la cama y una vez sobre mí, me besó. La temperatura subía y subía, y entre esos besos desenfrenados yo descendía al infierno, círculo por círculo en los brazos de Damián.
Todo sucedía veloz y eufórico, hasta que un molesto sonido me trajo de vuelta a la tierra. Mi teléfono sonaba, lo ignoré. Damián desató mi lencero y me sentí caer de nuevo en ese viaje. Mi teléfono vibró, tenía un mensaje. “No contestes” dijo Damián. Solté el teléfono, pero seguía vibrando.⎯“Déjame lo apago”⎯ , contesté.
Tomé mi celular y súbitamente me sentí mareada. Leí los mensajes que aparecían uno tras otro.
⎯Ocurrió un accidente… ⎯No podré llegar.
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*Emily Alejandra Robles Hernández. Estudiante de segundo semestre de la facultad de humanidades y ciencias sociales. Disfruto de leer poesía y me interesan las ciencias naturales.