Una Isu: Rap y reconfiguración de la identidad indígena

Rescatando, nuestras raíces rotas, esto es solo el comienzo de mi revolución mental, mi evolución personal…

 

Foto: Cortesía rompeviento.tv
Por Irene Loza

 

Una Isu: Rap y reconfiguración de la identidad indígena en contextos de migración

 

La conformación de una identidad propia no es algo sencillo. El individuo atraviesa por múltiples procesos que le llevan a reconocerse e identificarse con rasgos específicos que le hacen distinguirse de los demás, sea cual sea el contexto en el que se encuentre. En el proceso por el cual un sujeto conforma su identidad, van tomando relevancia elementos del entorno en que se desenvuelve dicho sujeto. Es decir, en la conformación de la identidad también pueden existir factores externos que repercuten en la subjetividad del individuo.

Si bien, el proceso de construcción de identidad es complejo, el construirse subjetivamente en múltiples contextos donde contrastan valores, costumbres y cosmovisiones puede resultar mucho más confuso para las personas. Tal es el caso de los individuos que se ven orillados a emigrar, ya que al desplazarse geográficamente no sólo cambian su entorno físico, sino que llegan a un nuevo espacio social y cultural donde la manera de desenvolverse en el mundo es distinta a la que conocen y, para poder encajar en este nuevo ambiente, deben adaptarse a él.

El indígena mixteco Miguel Villegas (migrante oaxaqueño cuyo nombre artístico es Una Isu) migró con su familia de Oaxaca a Estados Unidos a la edad de 7 años. Actualmente tiene 29 años de edad, es rapero trilingüe (español, inglés y mixteco) y funge como Coordinador Binacional de Jóvenes del Frente Indígena de Organizaciones Binacionales (FIOB) (UO, 2017). Su caso permite ilustrar el proceso de adaptación que implica migrar y que –finalmente– repercute en la subjetividad del individuo. En su nuevo contexto, Miguel conoce nuevos medios de expresión y valora en mayor grado sus raíces indígenas mixtecas, intentando rescatarlas a través de ellos. De tal modo, por medio de la mezcla del rap (estadounidense-occidental) y el mixteco (lengua indígena), Miguel Villegas construye una identidad nueva que le permite situarse como sujeto migrante indígena en EE.UU.

Al llegar a los EE.UU., Miguel se sentía ajeno a la nueva cultura en la que se adentraba, y aunado a la incomodidad que representaba adaptarse a un nuevo ritmo y forma de vida, existía también la limitación del lenguaje, ya que él se comunicaba utilizando la lengua mixteca y desconocía tanto la oficial (inglés) como el español, que la mayoría de los que provenían de su país lo dominaban.

Sin embargo, conforme el tiempo avanzaba, Miguel se adaptaba a las circunstancias que surgían, conocía nuevas formas de desenvolverse en el mundo y conservaba otras que desde tiempo atrás aprehendió. Así, Miguel se fue reconfigurando, sumando elementos de su cultura original y de la nueva, entremezclando sus ingredientes favoritos para generar una composición que expresara sus más apreciados rasgos culturales e ideológicos, dando nacimiento a Una Isu.

En La conciencia de la mestiza, Gloria Anzaldúa (1987) presenta el concepto ‘nepantlismo’, que la autora utiliza tomando el término del azteca (en donde significa estar desgarrado entre opciones), el cual puede asociarse con el proceso por el que atravesó Una Isu al llegar a un nuevo territorio donde imperaba una cultura totalmente distinta a la suya. A su vez, el estado mental de nepantlismo al que hace referencia la autora, da como resultado una transferencia de valores culturales y espirituales de un grupo a otro (Anzaldúa, 1987). En el caso particular de nuestro personaje de interés -Miguel Villegas-, la aprehensión de nuevos valores culturales puede reflejarse en su producción artística, en donde no sólo introduce rasgos de sus raíces étnicas, sino también de la cultura estadounidense.

 

 

Asociando el caso de Miguel Villegas con el concepto que Anzaldúa da a ‘la mestiza’, se podría considerar que Una Isu es el resultado de un choque que se produce en el interior de Miguel y da lugar a estados mentales y emocionales de desasosiego, generándose una lucha interior que provoca inseguridad e indecisión, pero que gracias a la personalidad dual o múltiple de la nueva ‘mestiza’ es posible que se desarrolle una tolerancia hacia las contradicciones. De tal modo, puede explicarse la tolerancia a la ambigüedad que Miguel posee, puesto que aprende a ser indígena en una cultura mexicana y a ser ‘Mexican’ desde la visión anglo.

Poco a poco, el sujeto desgarrado entre dos opciones (característica del nepantlismo), encuentra la manera de hacer juegos malabares con las dos culturas, construyendo una personalidad plural que nada desecha, conservando lo bueno, lo malo y lo feo. Para lo anterior resulta útil el término semiósfera, el cual es formulado por Iuri Lotman, quien afirma que cada cultura comprende un dominio específico que posee una organización y estructura interna particular, distinta de aquella que se encuentra fuera de tal dominio; es decir, los espacios semióticos se encuentran delimitados y dicha delimitación (frontera) no se debe considerar como una malla o un muro físico que aísla, ya que posee un carácter permisivo que actúa como una membrana protectora, la cual da lugar a un intercambio cultural con el mundo externo (Lotman citado en Félix, 2005).

Asociando el caso de Una Isu con lo anterior, se podría sostener que las dos culturas entre las que se encuentra Miguel (el sujeto con la nueva conciencia de la mestiza) son dos espacios semióticos distintos contenidos en una delimitación que admite el intercambio de elementos culturales para dar lugar a una interpretación particular que conjugue las nuevas nociones ajenas con las propias. Lo previamente mencionado puede ejemplificarse en el siguiente verso de su canción Mixteco es un lenguaje: “Rescatando, nuestras raíces rotas, esto es solo el comienzo de mi revolución mental, mi evolución personal” (Pro Beats Central, 2016).

Al momento en que Miguel se enorgullece de sus raíces (por medio de la lengua mixteca) e incorpora piezas de la cultura ajena (jerga estadounidense y el género rap), éste reforma su conciencia, mas esto no sería posible si las fronteras culturales fueran impenetrables, por lo que es preciso considerar a la frontera semiótica como una membrana que protege una formación cultural específica, pero que también funciona como un dispositivo mediante el cual puede darse un intercambio informacional (Félix, 2005).

Así pues, en la música de Miguel existe una conjugación de elementos culturales distintos que debido a que las fronteras fungen como espacios de reafirmación cultural, de oposiciones y contrastes violentos (Félix, 2005), han permitido a Una Isu reafirmar su identidad mixteca. El género musical del rap se ha utilizado con anterioridad como medio de expresión por jóvenes indígenas emigrados a la ciudad que buscan hacer perdurar sus valores e ideologías, tal es el caso del grupo Nueva República, el cual intenta rescatar, reforzar e implantar las raíces de su identidad étnica por medio del rap (Doncel y Talancón, 2017).

Además de que tales jóvenes indígenas trascienden una frontera física, se enfrentan a fronteras semióticas que en lugar de percibirlas como una barrera, contribuyen en su conformación de identidad. De tal modo, se da una apropiación de elementos culturales (y semióticos) externos, como lo es el conocimiento y uso del rap, que les permite utilizar la composición musical como medio de expresión y conformación de la identidad étnica en espacios/contextos discriminatorios lejos de su país de origen.

Como es evidente, Miguel pasó por un difícil proceso de adaptación y asimilación de su nuevo entorno que implicó la reconfiguración de su identidad, puesto que él se reconocía como indígena, pero en el país al que llegó sufrió discriminación que lo orilló a excluirse, dado que su identidad étnica no era vista con buenos ojos en aquel país. Así pues, puede considerarse que Miguel Villegas -el sujeto desgarrado en cuestión- encontró la manera de adecuar las características de culturas distintas, conformando una nueva personalidad mestiza que posee diversos elementos (Una Isu) y que fue posible gracias al carácter permeable de las fronteras.

Referencias
Anzaldúa, G. (1987). La conciencia de la mestiza/Hacia una nueva conciencia. En
Borderlands/La frontera (133-151). Madrid: Capitán Swing.

Doncel, J. y Talancón, E. (2017). El rap indígena: activismo artístico para la reivindicación del origen étnico en un contexto urbano. Andamios.14 (34), 87-111.

Félix, H. (2005). La frontera semiótica: Un mecanismo de traducción cultural. En La frontera en el centro: Ensayos sobre literatura (pp.13-37). México: UABC.

  1. Pro Beats Central. (Productor). (2016). Una Isu-Mixteco es un lenguaje [YouTube]. De https://www.youtube.com/watch?v=rzUyQ7wlUf4
  2. UO. (2017). Conversation with Una Isu, an indigenous Hip Hop Artist. Recuperado de: https://calendar.uoregon.edu/event/conversation_with_una_isu_an_indigenous_hip_hop_artist#.W_6GUDGIbIU

 

 

Maritza Irene Denise estudia el último semestre de la licenciatura en Ciencias de la Comunicación en la Universidad Autónoma de Baja California (UABC). Participó en el Programa Interinstitucional para el Fortalecimiento de la Investigación y el Posgrado del Pacífico (Programa Delfín) colaborando en el Seminario de Estudios sobre el Barrio de la Merced (CDMX, 2017). Sus intereses son: etnografía y procesos culturales.

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