“Nos tenemos que replantear la forma de hablar sobre feminicidios”
Frida Guerra.
Por Jacqueline Hernández Hernández
Este 2020 se cumplen 3 años de la publicación de La vida en rosa…: las muertas de Mexicali, libro del reconocido periodista Sergio Haro Cordero, quien fue el primero en Baja California en atreverse a hablar sobre feminicidios.
Su libro se centra en los asesinatos de 16 mujeres que se cometieron en un periodo de alrededor de 6 años. Lo que lo vuelve tan especial, es que Haro Cordero vió más allá de los números y la estadística, humanizó los asesinatos de estas mujeres y con la ayuda de los familiares de las víctimas, alzó la voz para contar sus historias.
Como forma de homenaje, el pasado jueves 17 de septiembre en la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Autónoma de Baja California, tuvo lugar una plática webinar con un grupo mujeres especializadas en la problemática de feminicidios.
Donde participaron las panelistas Rosario Mosso, editora general de Semanario ZETA; Rebeca Maltos, directora de Gente Diversa; Viridiana Valgañón, abogada senior de EQUIS Justicia para Mujeres; la periodista y activista Frida Guerra y la reportera de Proceso, Jesusa Cervantes, quien ocupó el lugar de moderadora.
En esta charla, lo primero que abordaron fue la polémica del elefante en la habitación ¿Por qué un hombre aborda la problemática de feminicidios?
A lo que la respuesta llegó por parte de la periodista Frida Guerra “creo que narrar el dolor no tiene nada que ver con quién lo está escribiendo”.
En reiteradas ocasiones las participantes mencionaron la sensibilidad de Sergio, su forma tan humana de comunicarse con las familias y transmitir el dolor en su narración. Un aspecto muy importante que se ha estado perdiendo, sobre todo por los medios de comunicación del norte de México, donde se han normalizado las agresiones y la violencia hacia las mujeres a tal punto de despegar la parte sensible de los hechos.
“Nos tenemos que replantear la forma de hablar sobre feminicidios” decía la periodista Guerra.
Por su parte Rosario Mosso, compañera y amiga de Sergio, tomó la palabra para reconocer el gran trabajo que hizo Haro en el Semanario ZETA. Siempre el activista anónimo, el que acompañaba y trataba de crear conciencia en sus lectores y lectoras mostrando la realidad.
En esta webinar también se llevó a la mesa el problema de la tipificación de feminicidios. De acuerdo a cifras oficiales, expuestas por Rosario Mosso, de enero a la fecha en BC se han asesinado 200 mujeres de las cuales sólo 25 se han clasificado como feminicidio.
Desde un principio, las autoridades han puesto empeño en invisibilizar el problema estructural que es la violencia feminicida. Como consecuencia se ha invisibilizado que la violencia de género es progresiva y su última expresión es el feminicidio.
“Cuando estás en el privilegio no te das cuenta” decía Rebeca Maltos.
Por su parte la abogada Viridiana Valgañón, especialista en el acompañamiento legal para mujeres trans, expuso la problemática de discriminación que sufren estas mujeres porque la autoridad no reconoce su identidad.
Comenzando con la falta de homogeneidad, en los códigos civiles de la República Mexicana. Existen 33 posibles definiciones de feminicidio, una por cada Estado y Entidad Federativa del país. Su falta de unificación hace imposible el reconocimiento certero del crimen en el país.
Por su parte, hablando de trans feminicidios, el Estado no responde como debe ante una denuncia de violencia feminicida. El error comienza desde la forma en que se abre la carpeta de investigación, pues a pesar de la identidad de las mujeres trans, las autoridades escriben su nombre anterior en las actas.
“Estadísticamente hablando no existen (los feminicidios y los trans-feminicidios)” dijo Valgañón.
La abogada Viridiana afirma que el Estado debe investigar una denuncia de violencia feminicida desde un principio con el parámetro de feminicidio, hasta que la fiscalía demuestre lo contrario y no al revés, como se hace actualmente.
Los feminicidios han ido en continuo aumento, no sólo en el estado sino también en el país. Incluso Valgañón llegó a comentar que las muertas de Juárez fue un experimento que hoy es un proyecto general en el país.
Por lo mismo, Maltos comentaba la importancia de abordar la problemática feminicida “se necesita esfuerzo, estudio y reflexión, nos toca a todos y todas desde sus trincheras”.
Por si no lo sabías:
Webinar completo de La vida en rosa… una mirada a los feminicidios en Baja California:
Sergio Haro Cordero, fue editor, reportero y fotógrafo del semanario ZETA en Mexicali. Egresado de la Universidad Autónoma de Baja California y desde estudiante comenzó a trabajar en periodismo.
Fue mentor de múltiples generaciones de reporteros en el Estado, y testigo del magnicidio de Luis Donaldo Colosio Murrieta en 1994, cuyas fotografías fueron consultadas en múltiples ocasiones para la investigación.
Haro Cordero también participó en múltiples talleres de protección para periodistas para la organización Artículo 19, en México y Brasil. Autor de los libros “¡No se olviden de nosotros!” y “La vida en rosa…: las muertas de Mexicali”.