“Más sabor, más aromas, más variedades: Cerveza Artesanal Bajacaliforniana”
Jacqueline Hernández Hernández
Baja California es considerada la capital de la cerveza artesanal en México debido a la gran variedad de inversionistas, productores, cantidad de producción y tipos de esta bebida que data desde principios de 1900.
Existen tres mil 200 microcerveceros en el país, de los cuales 78 provienen del estado fronterizo; además son 338 tipos de cerveza artesanal los que se producen en Baja California, es decir, el 30% del total nacional.
La cerveza artesanal rescata estilos clásicos que eran poco conocidos en México debido a la popularidad de las cervezas lager.
Se prepara siguiendo una “receta” propia, por maestros cerveceros que le dan un sabor personalizado; su producción es limitada ya que se pone especial atención en sabores y texturas distintas a las marcas industriales.
En cuanto su elaboración tradicional se refiere a que debe apegarse a conceptos como la Ley de Pureza Alemana, dictaminando que la cerveza sólo puede contener cuatro ingredientes básicos: agua, malta, lúpulo y levadura. Y en caso de que se añadan otros ingredientes, será únicamente con la función de enriquecer el aroma y sabor del trago.
Las primeras producciones de esta bebida fermentada en el estado, remontan a la época de la Ley Seca de Estados Unidos, cuando la producción, venta y consumo de alcohol en el país estaba prohibido.
Esto impulsó la primera ola turística de Baja California, pues debido la falta de producto, los ciudadanos estadounidenses comenzaron a buscar la bebida en otros lugares; fueron los sureños quienes tuvieron la oportunidad de acercarse al país vecino y cruzar la frontera para saciar su sed de cerveza.
Los bajacalifornianos no desaprovecharon la oportunidad y en 1921 se fundó la primera cervecería artesanal del estado: Azteca Brewing Company (ABC) ubicada en Mexicali.
Así mismo, en 1923 nació la Cervecería Mexicali y con ella la ola de producción se expandió a otros municipios.
Sin embargo, de la prohibición y el surgimiento de grandes corporativos cerveceros, los artesanos se desvanecieron durante la segunda mitad del siglo xx.
Fue hasta el año 2000, con la fundación de la Cervecería Tijuana, que el auge de la cerveza artesanal regresó al estado.
A pesar de las restricciones que habían en establecimientos de venta de alcohol por la exclusividad que tenían con las grandes cerveceras, los artesanos no se dieron por vencidos y nació la Cervecería Cucapá en 2003.
Del mismo modo fue que perseverando la cervecería Tijuana logró organizar en 2005, el primer festival cervecero: TJ Beer Fest.
Para el 2011 surgió el Baja Beer Fest, que reunió a los cerveceros de todo el estado e impulsó su crecimiento. Durante el mismo años también se organizó por primera vez la Expo Cerveza Artesanal en Tijuana.
Los festivales de cerveza reunieron a los productores para hacer una gran familia que busca acercar a sus clientes un producto de la más alta calidad.
De acuerdo con la Asociación de Cerveceros Artesanales de Tijuana, actualmente existen alrededor de 120 productores de cerveza artesanal, de los cuales 30 se localizan en nuestra ciudad fronteriza.
Y cada vez surgen nuevos emprendedores y emprendedoras, cómo Shadia Wehbe Dipp, que en 2019 introdujo al mercado Cero Infinito, la nueva cervecería que busca posicionar a Baja California en un nivel internacional.
Ernest Hemingway, escritor estadounidense, dijo una vez “I drink to make other people more interesting.” – “Bebo para hacer a las otras personas más interesantes”, pues dejenme decirles que la cerveza artesanal ya es interesante.
Porque una gran cerveza es aquella creada con pasión, ingredientes de calidad y el mínimo de químicos, una bebida artesanal con personalidad y vida propia.
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