Por Abigail Leal
Recordando lo que el jefe cervecero de la Cero Infinito, Edén Gómez, nos compartió en una entrevista: “Aprendí realmente por lectura, aquí no hay escuelas, en México están muy cerrados todos esos temas, no hay una institución que te reconozca o enseñe sobre cerveza”, hacemos énfasis en que la lectura es la pieza clave para aprender sobre el arte cervecero. con lo cual ahora damos un brinco a Cerveza Mexicana: Antología de un arte efervescente, un libro de Juan Cristóbal García Sánchez.
En este texto se conoce sobre el maridaje, proceso de unión de una comida junto con una bebida que sea compatible o acorde a ella. Esto para realzar los sabores y la experiencia culinaria.
La cerveza es un gran acompañante gastronómico, por su versátil y refrescante sabor, ayuda a acentuar los distintos sabores presentes en los platillos.
“La cerveza tiene la magnífica virtud de ser una excelente compañera de diversos y contrastantes sabores e innumerables y ricos ingredientes de la gastronomía mexicana” menciona García Sanchez en este libro.
Para las carnes de res, pilar de la tradición mexicana culinaria, es ideal acompañarlas con cervezas ligeras y suaves; tales como las Lager doradas o algunas Ale.
Con la carne de cerdo, peculiar por su gran sabor y contenido de grasa, presente en la gastronomía europea y mexicana, es recomendable acompañarlas con las Lager claras o Pilsner.
Los mariscos son un gran platillo que encaja bien con la cerveza, por su agudo sabor, alguna Porter o American lager armonizaran a la perfección.
Una de las carnes más comunes, el pollo, es una fiel compañera de las cervezas suaves y ligeras, bajas en niveles de alcohol: Sour ale o Pale ale.
Ya que a la gran mayoría de las ensaladas se les añade vinagretas es difícil que el vino sea capaz de armonizar los sabores. Es por ello que en este caso la recomendación sería alguna American lager para ensaladas en general, una Sour ale o Wheat beer para ensaladas livianas o medias.
Las cervezas marinadas o con un alto contenido de alcohol van estupendamente con los postres; sabores tostados, caramelo, vainilla, nuez o miel. Ambas cosas, la bebida y el postre, deben tener un dulzor semejante. Para los platillos con chocolate son adecuadas las cervezas oscuras o belgas.
¿Te has preguntado qué cerveza es la adecuada para acompañar tus platillos mexicanos favoritos? Si la respuesta es NO, aquí te dejamos algunas ideas para que lo reconsideres y la próxima vez que comas pozole lo hagas como todo un maestro cervecero.
Para el mole:
- Múnich (Cerveza oscura): Su equilibrado sabor y aroma de malta oscura y lúpulo es ideal para acompañar un mole almendrado y mole poblano.
- Outmeal Stout: Con un aroma a malta tostada, es perfecta para servirse con un mole achocolatado.
- Brown porter: Lo ahumado, la malta tostada, los matices dulces o de café son ideales para un maridaje muy mexicano, incluyendo las enmoladas.
- American Pilsner: Cerveza clara, con un sabor moderadamente amargo y discretamente dulce, se convierte en la compañera perfecta para moles picantes y especiados.
Para el pozole:
- Oatmeal stout: Compuesta por elementos oscuros, va de la mano con el pozole rojo acompañado de una buena salsa picante.
- Brown porter: Con su ligero color castaño y sabor amargo por los lúpulos que la componen danza al compás de un pozole verde.
- Vienna: Con un fino y agradable aroma de malta y lúpulo es una versátil acompañante. Se puede degustar con diversos platillos, desde pizza hasta pozole rojo.
Para los tacos:
- IPA: Un color cobrizo, cuerpo medio y una amargura intensa contrasta con unos tacos de carne asada acompañados de verdura y salsa.
- American Pint: Aromas de lúpulos afrutados, florales y cítricos se llevan bien con hamburguesas, tacos y quesos.
- Blonde Ale: Con el color dorado que la adorna es una fiel pareja de los tacos de pescado.
- American Dark: Caracterizada por un sabor amargo que se baña en frescura, con un cuerpo medio y aroma suave va de la mano con el típico platillo mexicano: los tacos.
