Por Ricardo de la Torre
Distopía: Somos un espectáculo
Vivimos en el espectáculo.
Así es, o al menos estoy casi convencido de ello. Y no lo noté hasta el día de hoy, bueno, no lo digerí hasta hoy. Iba caminando por la calle y tuve que rodear a tres hombres que abarcaban gran parte de la banqueta. Uno de ellos sostenía un armatoste con pantallas y esponjas: Era una cámara con su volante. El otro era un hombre de mediana edad quien era sofocado por un micrófono restregado contra su cara el cual era sostenido por un tercero. Se trataba de otro de esos shows que están en el hype. Dos días antes, tuve un caso similar, tuve que rodear una plaza porque los aclamados y temidos de “Badabun’” estaban asfixiando a otras personas.
La tecnología ha hecho de las suyas de buena forma, o al menos eso quiero creer. Los medios de comunicación tienen sus puntos positivos ya que, es más sencillo entregar un mensaje y hacer que llegue a todos de forma breve, aunque eso es lo mismo contraproducente, ya que hoy en día existen una cantidad exuberante de falsos artículos, noticias que propagan pánico y se viralizan como verdades absolutas. La gente le teme a violencia distorsionada, culpan al más feo y, bueno, el mundo ya se acabó quién sabe cuántas veces…
El entretenimiento ha cruzado barreras y el morbo le toma la mano. Hace unos años, mientras veía las primeras temporadas de Black Mirror, pensaba ¿qué tan lejos estamos de vivir así?, pensé: esto es una realidad inflada, exagerada y dramática. Pero hablé muy rápido. Nos estamos convirtiendo en nuestro propio espectáculo, el morbo nos ha llevado a disfrutar de la exposición de la privacidad. Pequeños colectivos que hacen videos donde invaden el espacio personal solo por lograr más VIEWS. Los tranvías que se tienen que cuidar de que no te agarre un ‘malandro’, te asalten o te encuentres a los de Badabun.
Me di a la tarea de indagar en el contenido que éstas empresas virtuales, debo admitir que una parte de mí se sintió atraído y no puedo culpar a la sociedad que es seguidora de estos movimientos, debido a que en su mayoría son tendencias e inconscientemente gozan de dicho contenido, pero en mi humilde opinión, concluyo con que vivimos agazapados, con miedo y con cierta malevolencia al sufrimiento ajeno. Somos un ser a la defensiva esperando a que el otro baje la guardia después el morbo nos inmiscuye dentro.
Hemos traspasado la meta-realidad haciendo nuestra cotidianeidad una distopía dentro de otra.
Contacto: Postrockkidd@gmail.com