Historia del Jazz

Por Oscar Lom

Historia del Jazz

“Siempre he preferido, como Louis, la esencia minimalista de los cuartetos o quintetos dentro del jazz”

El jazz era en definitiva otra historia. Una que comenzó con una edición japonesa en prístinas condiciones de Miles Ahead. Estoy seguro, todo melómano debe conocer la historia detrás de esa portada y cómo puso furioso a Davis cuando se enteró que la cubierta mostraba a una mujer americana en un bote cuya relación al contenido del disco era nula.

Sergio, dueño de la tienda de discos me dijo: “el jazz, es caro desgraciadamente” mientras ponía en venta su copia stereo de Ascension de John Coltrane, porque había conseguido la edición MONO. muchos nombres desfilan por mi cabeza: Dave Brubeck, Gerry Mulligan, Thelonious Monk, Erroll Garner. ¡Tantos! que sería una grosería dejar alguno de lado. Espero en este espacio, sintetizar los últimos 5 años consumiendo jazz histérico e his-teórico peculiar, lleno de creatividad que hasta hoy, sigue dando gozo y discusión. Ofrece, un panorama de una época, cuando la música, contenía poca producción ejecutada con naturaleza y simplicidad que sólo puede traer calor al espíritu. Acústico y esencial ”Come on and dance with me, I want my arms about you” no podría preferir otra. Pero, ¿Por dónde comenzar?

No existe músico de Jazz que no sea influenciado consciente o no de ello del estilo de Louis Armstrong. Así como no existió escritor en el Boom que no debiera algo a Jorge Luis Borges. Desde los All stars in Philadelphia donde decidió dejar el formato de las grandes agrupaciones de orquesta llamadas Big Bands a favor de un íntimo cuarteto de batería, bajo, piano y trompeta, el clásico estilo New Orleans. Louis se las ingenió para transmitir un sentimiento natural, muy humano a la hora de tocar la trompeta. Claro ejemplo de ello, son Do you know what It means to miss New Orleans o Mack the Knife, extracto de la Ópera de los Tres centavos.

Inolvidables sus duetos con Ella Fitzgerald, aunque de ella, lo verdaderamente inolvidable, es su interpretación del libro de Gershwin (Ella sings Gershwin) no puedo describirlo de mejor manera que perfecto. Una melodía que se recuesta en tus tímpanos para derretirlos con la voz más dulce que jamás haya existido.

Siempre he preferido como Louis, la esencia minimalista de los cuartetos o quintetos dentro del jazz, en lugar del formato Big Band por que siento que es fue hecho para películas del siglo de oro en Hollywood. reconozco que existen cosas inolvidables de Mancini o Buddy Rich escucho con detenimiento y así disfrutar el lado Almost Blue o Kind Of Blue de toda esa música. Pero ahora, me enfocaré a lo que quiero reseñar.

Después vino el Scat cuyos mejores ejemplos son los famosos solos de Mel tormé o Ella con Duke Ellington, en donde se buscaba retar a la lengua y su capacidad para improvisar sobre veloces melodías. Un singular par de compositores llamados Charlie Parker y Dizzie Gillespie que juntos, conquistaron la escena de New York en los cincuentas, contribuyeron al sub-género en el cual, se unieron a la escena las voces de Sarah Vaughan y Billie Holliday cargadas de tragedia y melancolía en cada nota que el público escucha. Músicos que noche tras noche, caminaban de bar en bar por las avenidas buscando un espacio para explorar una nueva manera de tocar Jazz. Vanguardistas para los que repetir la misma melodía dos noches seguidas, no era tocar música.

Cómo todo en la historia, aparece la vanguardia con el apellido de John Coltrane, cuyo álbum A love supreme y Giant Steps son discos que buscan trascender en el espíritu del hombre y cuyo género busca transgredir los límites de lo que es escuchable o reproducible. (algo así como el Radiohead del Jazz) En este sentido, Miles Davis por su parte, lleva el Jazz a un punto de quiebre donde el Rock y esa vanguardia tan añorada por Coltrane, regresan al plano comercial y casi cliché con Bitches Brew, hipnotizante como ambicioso por la cantidad de instrumentos que se disputan el solo como un montón de perros. La mención honorífica para Chick Korea y John McLaughlin.

Para melómanos y todas las personas que me han hecho algún comentario relacionado a lo que aquí escribo, decidí comenzar una colección de CD’s y dedicar los reviews de este número a algunas recientes adquisiciones.

Pixies- Surfer Rosa

Su productor calificó a esta banda como el cuarteto de vacas locas más excitadas por ser jaladas de las argollas nasales. Es un disco ruidoso que bien parecería de la época Grunge noventera, sin embargo, un tanto adelantado a su época, vio la luz en 1988. Temas como Gigantic, Im amazed, Cactus o Bone Machine definen su sonido y se considera por muchos uno de los cimientos del Garage Rock.

Beck! Odelay

Este disco fue muy controvertido. Innovador, comercial, popero, hip-hopero, las críticas iban desde la idolatría a considerarlo basura. Beck, fue sin duda, un revolucionario al crear este collage con samplers que provenían de todos los géneros. Que reúne pasajes producidos con maestría de Rock, Funk, Folk, Country, Pop, Hip Hop y algo de Rap. Sin duda, una joya para todos aquellos que gustan de una propuesta alternativa y no juzgan ningún tipo de música. Recomendado: The New Pollution, Novacane, Where is At

Meat Is Murder

Morrisey cantando sobre su odio a la escuela, odio a la reina, odio a toda persona que no es vegana y sobre todo a la soledad. Una crítica social ácida y cínica que tuvo su lugar en la historia de 1985, donde se opone al consumo de productos animales “Si esta criatura bella debe morir, es una muerte por ninguna razón y eso es asesinato.” Morrisey y su banda dejan claro que la lucha por los derechos animales es la única que debería estar en boca de todos.

Recomiendo: Nowhere Fast, How soon is now, The joke isn’t funny anymore.