Luz Raquel Padilla vivía en Jalisco, era madre y cuidadora de un niño diagnosticado con autismo severo. También era activista de la colectiva #YoCuidoMéxico. El 16 de julio, después de múltiples amenazas de muerte en su domicilio y un ataque con cloro industrial que dañó su seno izquierdo, Luz fue quemada viva a unas cuadras de su casa; posteriormente falleció el 19 de julio a causa de las heridas del ataque.
Las amenazas y ataque previos
Desde mayo de 2022, Luz Raquel había expuesto vía Twitter que recibía amenazas de muerte fuera de su domicilio debido a la intolerancia hacia los ruidos de su hijo en momentos de crisis: “te vaz a morir machorra”, “te voy a quemar viva”, “te vaz a morir Lus”, “Muerte a la Luz” se lee en las pintas que dejaban fuera de su hogar.
Luz Raquel declaró también que su agresor, quien era su vecino, la había atacado con cloro industrial.
“Ya levanté mi denuncia pero no hacen nada por protegerme, tengo miedo por mi vida y la de mi familia”, escribió Luz Raquel en Twitter el pasado 17 de mayo.
La negligencia de las autoridades
De acuerdo a la periodista Siboney Flores, Luz Raquel solicitó un Pulso de Vida. Estos son dispositivos de geolocalización que, al presionarlos, solicitan la asistencia de elementos de seguridad.
Flores señaló que la Comisaría de Zapopan se lo negó, ya que el ataque con cloro no era “suficiente”.
Estos dispositivos, de acuerdo a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, deben ser entregados a cualquier víctima que denuncie algún tipo de violencia, y aunque las autoridades insistan en realizar una denuncia formal, debe ser entregado aún sin ella.
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La Fiscalía revictimiza
A una semana de su muerte, la Fiscalía de Jalisco presentó avances del caso de Luz Raquel y propuso que se investigue como autoagresión.
La Fiscalía señaló la existencia de más de 100 videos en los que supuestamente Luz Raquel Padilla aparece moviendo las cámaras de seguridad del edificio donde residía. Además, presentaron imágenes donde ella acude a comprar botellas de alcohol y un encendedor.
Por esto, Luis Joaquín Méndez Ruiz, fiscal estatal, señaló que la autolesión es una de las hipótesis; suponen que no hay agresor qué perseguir – a pesar de que Luz Raquel Padilla lo señaló en varias ocasiones- y que ella misma se prendió fuego a cuadras de su hogar.
Sin embargo, cuando sucedió el ataque, algunos testigos y vecinos declararon ver a cuatro personas en el lugar: tres hombres y una mujer. La Fiscalía no ofreció avances sobre estas personas.
Este martes, 26 de julio, el vecino al que Luz Raquel Padilla había señalado como su agresor y responsabilizado de cualquier agresión que resultara en su contra, fue imputado por delitos contra la dignidad de las personas por la Unidad de Investigación en delitos contra Mujeres en razón de género.
A Ismael “N” se le dictó prisión preventiva. Se tiene registro de que el pasado 5 de mayo, el hombre agredió física y verbalmente a Luz después de un incidente con su perro.
No es la primera vez
La negligencia, revictimización y desviación de los hechos por parte de las Fiscalías no sorprende.
Hace días se reveló que en el caso de Nuevo León, Debahni Escobar, murió de tres a cinco días antes de ser encontrada en la cisterna del motel; por lo tanto, estuvo viva al menos siete días después de su desaparición. Esta información presenta inconsistencias para la resolución que se dio al caso, en la que Debanhi “cayó” en la cisterna la misma noche de su desaparición.