Seis grados de separación de Kevin Bacon

“Seis grados de separación de Kevin Bacon” una minificción de Sacha Mársico. Forma parte de la convocatoria “Esta Tierra” de #Libraria.

Por Sacha Mársico

Kevin Bacon tiene el virus. Casado con Kyra Sedgwick hace más de treinta años, la confianza entre ellos es tal que ella viaja sola mientras él se recupera. “It’s nothing, just a cold”, le dice, tranquilizándola. 

Si hay algo que las personas tocan constantemente para confirmar su ubicación (aparte de billeteras, llaves y celulares) eso es la tarjeta de embarque de un vuelo. Kyra usa su barbijo con total protocolo, más en un aeropuerto; el problema es que en el apuro de tomar el vuelo se ha olvidado de lavarse las manos con que tocó a su esposo y, en el preciso momento en que entrega su tarjeta al Comisario de Abordo, le está transmitiendo el virus con ella. 

Este comisario tiene una relación muy cercana con una azafata retacona, de sonrisa amplia y maneras tiernas tanto en el amor como cuando reparte las bandejas de la cena a los pasajeros. Una semana después, el comisario cae en cama. Entre estertores, uno de sus principales pensamientos es que debería avisarle a su amante preferida. Lamentablemente, en ese momento ella está dándole la opción de pollo o pescado a ciento cuarenta y cuatro almas, muchas de ellas solo haciendo una simple escala.

Sigamos a una de ellas, una viejita muy simpática que nunca pensó que le pasaría nada porque siempre fue hipercuidadosa: alcohol en gel, tapabocas descartables, lavados de manos casi obsesivos. Nada de ello detuvo a su cuerpo para que durante quince días estuviera intubado en un hospital de bajos recursos, donde con su último suspiro arrojó un esputo mezclado con sangre a un pobre residente primerizo, al cual solo le habían dado una finísima capa protectora que no llegó a cubrirlo de las gotas rojas, amarillas y verdes que volaban hacia su cara. 

Ese joven sigue trabajando mientras su hisopado no da un resultado positivo. El calor que recorre su cuerpo y una tos estentórea no son buenos alicientes, pero no hay nadie quien lo reemplace, así que sigue en su puesto. 

Mañana tú irás a ese hospital, el más cercano a tu domicilio, con total desconocimiento de esta situación.

Tranquilo, Kevin Bacon no tiene el virus, él se quedó en su casa. ¿Pero te asustaste, verdad? 

Ahora imagínate que esta puede ser literalmente cualquier otra persona en el mundo. Porque eso es lo que pasa en este preciso momento.

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Sacha Mársico. Nació en Capital Federal, Argentina en 1990. Es Editor, Licenciado y Profesor en Letras por la Universidad de Buenos Aires.

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