Contaminantes químicos, el plomo, la cacería y la urbanización amenazan al cóndor de California (Gymnogyps californianus), pero una reciente investigación encontró que en Baja California estas aves tienen una fuente de alimento seguro para su consumo.
Los cóndores de California que habitan en zonas costeras se alimentan de mamíferos marinos muertos, lo que aumenta el riesgo de que consuman DDT, PCB y otros compuestos orgánicos halogenados que impactan en su salud y su reproducción, una conclusión a la que llegó un grupo de investigadores de California.
Tomando en cuenta que los contaminantes proceden de mamíferos marinos muertos que se convierten en alimento para el cóndor, los investigadores se propusieron conocer si la misma amenaza estaba presente en Baja California, por lo que buscaron la colaboración de Gisela Heckel Dziendzielewski, investigadora del Departamento de Biología de la Conservación del CICESE.
En entrevista, la especialista en mamíferos marinos comentó que el crecimiento de la población del cóndor en San Pedro Mártir hace suponer al grupo de investigación que actual o eventualmente podrían alimentarse en el Golfo de California.
“Sí se puede pensar que ya están empezando a volar hacia el Golfo de California, por San Felipe y al sur, donde se varan regularmente lobos marinos, delfines y ballenas, y que eventualmente se alimenten de estos animales, como lo hacen los cóndores en California”, precisó.
La idea era saber –relató– qué tan contaminados están los mamíferos marinos en el Alto Golfo de California para conocer si eso podía tener implicaciones reproductivas para la población de cóndores que se reintrodujo en San Pedro Mártir y que va en crecimiento.
Bajo ese objetivo, Heckel junto con Guadalupe Gómez, coordinadora de varamientos de la asociación Investigación y Conservación de Mamíferos Marinos de Ensenada (ICMME), y tres investigadores estadounidenses, viajaron al Golfo de California para la toma de muestras.
Colaboración binacional
En abril de 2017 el grupo –ahora binacional– de investigación recorrió la zona de San Felipe: navegaron de norte a sur y después realizaron recorrido por tierra.
“Navegamos para ver si había animales en la costa, nos bajábamos, tomábamos muestra, regresábamos a la panga y así recorrimos la parte norte porque no se puede andar muy fácil por tierra, pero en cambio hacia el sur sí se puede”, narró Heckel.
La investigadora explicó que los contaminantes como el DDT y los PCB se almacenan en la grasa de los animales, por ello el estudio demandó ese tipo de muestras para aislar los compuestos y determinar su nivel de concentración.
En octubre de 2018 y mayo de 2019 hubo dos muestreos más que realizaron técnicos del Zoológico de San Diego junto con Denise Lubinsky, presidenta de ICMME, y Guadalupe Gómez.
En total se analizaron ocho muestras de las colectadas: cuatro de tursión (Tursiops truncatus), una de delfín listado (Stenella coeruleoalba), una de vaquita marina (Phocoena sinus), una de delfín común (Delphinus sp.) y una de lobo marino de California (Zalophus californianus).
La colaboración de los especialistas del lado mexicano continuó con la exportación –a territorio estadounidense– de las muestras, lo que requiere un permiso de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES, por sus siglas en inglés).
Una vez en Estados Unidos, los análisis de las muestras para determinar la concentración de los contaminantes fueron realizados en el Zoológico de San Diego, en California.
Alimento seguro
El grupo de investigación encontró que el nivel de contaminantes en los mamíferos marinos del Alto Golfo de California no representa un riesgo para los cóndores que habitan en la sierra de San Pedro Mártir.
“Para Baja California es muy importante darse cuenta que los cóndores reintroducidos no tienen un riesgo de contaminación porque son muy bajos los niveles de los contaminantes, por lo menos de los mamíferos marinos”, afirma Gisela Heckel.
No obstante, los especialistas prevén que eventualmente se realizarán los estudios para evaluar las concentraciones de plomo en cóndores de Baja California.
El cóndor de California es una especie clasificada como “en peligro crítico de extinción” en la lista roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés).