Hay diversas formas de aprovechar los beneficios del consumo de cannabis, ya sea de forma medicinal o recreativa. Los principales métodos de consumo son fumar la hierba o ingerir comestibles con dosis cannabicas. ¿Cuáles son las diferencias entre fumar o comer marihuana?
La diferencia entre las formas de consumo de cannabis no sólo radica en el proceso, sabor o costos. La forma en la que se consume afecta el efecto y su duración.
Para fumarla hay distintas alternativas: en porros, en pipas o en bongs. Incluso en manzana si no tienes nada más a la mano.
Los productos comestibles también ofrecen muchísimas opciones: los clásicos brownies mágicos, gomitas, papitas, gotas e incluso helado para los días calurosos.
La forma en la que se consume la marihuana afecta cuánto tardará en sentirse, cuánto durará y el control que se tendrá sobre los efectos.
¿Qué pasa cuando fumo marihuana?
Cuando fumas la hierba, el THC llega de manera directa y casi instantánea al cerebro porque viaja a través de los pulmones, por lo tanto, al fumar, es posible sentir los efectos en unos cuántos minutos.
Por esta misma razón, al consumir la marihuana a través del humo al fumar permite medir mejor la cantidad que se consume y al ser de efecto inmediato, es más sencillo saber cuándo detenerse e hidratarse.
Así como los efectos se sienten rápido, su duración es más corta. Después del primer “toque”, comenzarán los síntomas del THC y estos efectos pueden durar hasta un par de horas.
Al quemar la hierba para fumarla, el THCA se transforma en THC mediante el proceso de descarboxilación y mediante la inhalación, se une a los receptores CB1. Así es como hace efecto más rápido.
Para la salud, fumar marihuana puede ser perjudicial para los pulmones y causar irritación en la garganta.
También lee: Marihuana con lavanda: mejor juntas que mal acompañadas
¿Qué pasa con los comestibles mágicos?
Con los comestibles, de cualquier tipo, los efectos de “la pacheca” tardan un poco más en llegar. Después de ingerir algún alimento con cannabis, los efectos pueden demorar hasta una hora en aparecer.
Esto es peligroso porque la sensación de “no sentir nada” puede llevar a un consumidor novato a ingerir más y perder el control cuando aparezcan los efectos.
Una vez que aparece la sensación, “estar high” puede durar desde 4 y hasta 8 horas seguidas, desde la ingesta del comestible.
Cuando se ingiere marihuana a través de algún alimento, el THC se metaboliza en 11-hidroxi-THC en el estómago e hígado. Este compuesto llega de forma más fuerte a los receptores CB1 del cerebro y “la pacheca” puede ser más fuerte.
Además, la tolerancia a los comestibles puede variar de una persona a otra. Hay quienes pueden comer un brownie completo y sentir los efectos de manera placentera y quienes con apenas un mordisco, se someten a la temida pálida.
Entonces, ¿qué es mejor?
No hay una “mejor” o “peor” forma, a pesar de las diferencias entre fumar o comer marihuana, la forma de consumo depende de cuál sea el propósito.
Con fines medicinales, se consume el compuesto CBD y existen muchos productos ya dosificados para calmar el dolor, ayudar a conciliar el sueño o disminuir la ansiedad.
Para fines recreativos, se privilegia el consumo de THC y en este caso, es posible fumarla o comerla.
Ninguna de las dos opciones es mejor o peor, simplemente es importante conocer los límites de consumo y hacerlo con responsabilidad.
