El arte de viralizar

Soy culpable por no ser lo suficientemente discreto; es verdad y es mi problema, soy responsable de ser extrovertido cuando estoy ebrio, de querer compartir mis gustos, y de dejarme llevar por mi fanatismo.
Por Ricardo de la Torre Mendoza
Imagen: Firm bee/ William Iven

 

El arte de viralizar

(Luis vive en ciudad de México, no sabe leer ni escribir. Luis quiere estudiar, trabaja en una institución con locales múltiples llamada ‘’plaza de la tecnología’’ para reunir el dinero suficiente y poder darse el lujo, de una educación, el problema de Luis no es ese, el problema es disfrutar de productos para un “público específico” que no es el de él. Luis disfruta de la serie animada ‘’My little pony’’ y no, eso no debería de ser un problema… )

No tengo nombre, no tengo edad, no tengo familiares ni un perro que me espere en casa, no sabes nada de mí; probablemente sabes que me gusta bailar, que la noche anterior me tomé una copa de más, que me gustan las caricaturas para niños, que formé parte de algún alboroto, una pelea o alguna barbaridad de esas que los lentes de las cámaras de la gente en la calle no se pierde.

Soy culpable por no ser lo suficientemente discreto; es verdad y es mi problema, soy responsable de ser extrovertido cuando estoy ebrio, de querer compartir mis gustos, y de dejarme llevar por mi fanatismo. Pero dime ¿qué se siente jugar a decidir cuál es la percepción que se tiene sobre mi? cuando me viste en la calle, alegando con el chofer del autobús, cuando me quedé dormido porque me desvelé haciendo tarea y trabajando la noche anterior; sin pensarlo sacaste tu celular del bolsillo y le diste a grabar, tal vez te fuiste más lejos e iniciaste un stream en Facebook o Instagram. ¿En qué pensabas? ¿en cuántos likes obtendrías por ridiculizarme? inmortalizaste mis descuidos y está bien, la gente en las redes olvida, hay tanta basura digital hoy en día en las plataformas digitales que tal vez se olviden de mi en el próximo mes, pero ¿acaso piensas en el daño que me hará, en la gente que me molestará, los haters que llamarán a mi puerta, en mi trabajo, en la escuela, tienes idea de las consecuencias de presionar ese icono rojo de grabar en la pantalla de tu móvil? o tú, espectador que tal vez leas ésto, o tal vez como no estoy haciendo alguna barbaridad y no puedes mofarte de mi, darás scroll y pasarás esto de largo; ¿Conoces las repercusiones que tiene compartir algo así sin más? ¿conoces el contexto o las razones?

Dime, ¿acaso me conoces o solo sabes que soy “el tipo del video de Facebook”?

(Viralizar algo no está mal, lo que está mal es que no leemos, no investigamos, un artículo con un tópico burdo y exagerado aparece en nuestros feeds y no lo pensamos dos veces para compartirlo, jugamos a ser “cultos” y creemos que está bien postear textos de descontento, de asesinatos, desapariciones, maltratos o ¿porqué no? hasta el fin del mundo, pero hay que darse la tarea de familiarizarse con el contexto que éstos llevan consigo.)

 

 

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