Jorge Alejandro López Rivas tenía 29 años de edad, estudió medicina en la FES Iztacala, de la UNAM y prestaba sus servicios como médico interno de pregrado en el Hospital General de Ecatepec “Dr. José María Rodríguez”.
El pasado 04 de enero, falleció luego de presentar complicaciones por contagio de COVID-19; sin embargo, compañeros del joven médico, manifestaron que hubo irregularidades durante su padecimiento por parte de la institución médica para la que laboraba.
A través de un comunicado emitido por los Médicos Internos de Pregrado pertenecientes a aquella unidad, reportaron que López Rivas entró en diversas ocasiones y por indicación de sus superiores, a reanimar y tomar muestras de pacientes sospechosos de coronavirus sin contar con el equipo adecuado.
De acuerdo con información de Animal Político, el 06 de diciembre, Jorge comentó a su familia que ese día había atendido a una persona que ingresó a urgencias vomitando sangre; incluso le tosió encima. Él lo revisó aunque solo contaba con un cubrebocas sencillo y careta. Lo hizo porque en el hospital, tienen la obligación de “atender a quien llegue”.
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“No se veía tan mal”
El documento difundido por los alumnos de la UNAM, IPN y UAEM, también señala que el 12 de diciembre, comenzó con sintomatología referente a la enfermedad; no obstante, acudió para continuar con su guardia, debido a la omisión del médico adscrito al que comentó sus malestares.
Para el 15 de diciembre, al realizarse diversas pruebas en la misma unidad, llegaron a la conclusión de que “NO SE VEÍA TAN MAL”. Lo obligaron a seguir su trabajo, obteniendo como resultado el empeoramiento en sus síntomas.
Las siguientes semanas, dieron como resultado la desafortunada muerte de López Rivas; esto provocó en sus familiares, amigos y conocidos, la evidente indignación por la responsabilidad del Hospital General de Ecatepec, para el que prestaba sus servicios.
“Sé que estas líneas no le devolverán la vida a mi primo, quién eligió dedicar su vida para salvar la de otros, y que en cumplimiento de su deber, acaba de perder la suya, dejando a sus padres y hermanos devastados, así como a todos quienes lo queremos, y con un hueco en el alma irreparable”, escribió en facebook su primo, Daniel López Infanzón.
Señaló que falleció “a causa de la negligencia de sus “deleznables ‘superiores’”. “Difícilmente se hará justicia por mi primo”, agregó.
Sé que difícilmente se hará justicia para mi primo y para todos los nobles médicos que a diario arriesgan su vida, a pesar de las injusticias cometidas en su contra, tanto de sus despreciables “autoridades”, como de la gente inconsciente e imbécil que pone en riesgo innecesariamente su propia vida, la de los suyos y la de todos nosotros”.
Daniel López Infanzón
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FES Iztacala retira a pasantes por falta de medidas de seguridad
La directora de la FES Iztacala, María del Coro Arizmendi Arriaga, informó mediante un comunicado, la decisión de “retirar en su totalidad” al equipo de Médicos Internos Pasantes de Pregrado asignados al Hospital General de Ecatepec, como consecuencia de la muerte del alumno.
Manifestó que dicha determinación será hasta que las condiciones mejoren y las medidas de seguridad sean adecuadas, para que puedan continuar con su trabajo de manera sana y óptima.
Así mismo, la docente de la UNAM, aseguró que dio instrucciones para que revisen cada sede hospitalaria donde los alumnos laboran; igualmente, instó a los estudiantes informar a la jefatura de la carrera, en caso de identificar una situación irregular.
La pérdida de la vida de Jorge Alejandro llena de tristeza a la Universidad Nacional y a nuestra Facultad y al mismo tiempo es clara evidencia del fuerte compromiso y de la vocación de nuestros alumnos, quienes están plenamente comprometidos con la responsabilidad social de la institución”.
María del Coro Arizmendi Arriaga
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ISEM niega responsabilidad por muerte de alumno de la UNAM
En respuesta, el Instituto de Salud del Estado de México (ISEM) comunicó a través de una tarjeta informativa el 07 de enero, que, aunque el alumno de la UNAM laboraba ahí, no se encontraba en el área de COVID-19.
De igual manera señaló que “sus funciones no estaban dentro de los protocolos a pacientes contagiados por el virus SARS-CoV-2”.
Expresaron que el 15 de diciembre, al médico, le realizaron una serie de estudios para la detección de COVID-19, junto a la prueba PCR y ambas resultaron negativas.
“El 4 de enero de 2021 fue llevado a dicho nosocomio, bajo condiciones de deterioro avanzado, saturando cerca de 60 por ciento; se le realizaron maniobras de reanimación en sala de choque y falleció a las 17:40 horas, informando debidamente a sus familiares”, explicó el ISEM.
Añadieron que privilegian siempre la protección, prevención, diagnóstico y atención por COVID-19 a su plantilla laboral; el respeto por las incapacidades de trabajo y la expedición de dictámenes de vulnerabilidad, refutando las versiones de familiares y amigos de la víctima.
Pese a este informe, un boletín de la Secretaría de Salud del estado contradice lo dicho por el hospital; señalaron que el día 15 de diciembre, efectivamente le realizaron pruebas al médico y no obtuvieron datos de alarma por complicación de SARS-CoV-2; pero la prueba PCR fue positiva.
Posteriormente, la dependencia informó que el director del hospital, Héctor Flores Mercado, y la jefa de la División de Enseñanza, María del Carmen Ramírez, fueron acreedores a un extrañamiento como consecuencia del caso.
Otros 35 estudiantes más contagiados
Luego de la noticia de Jorge Alejandro, estudiante de la UNAM, y su fallecimiento por complicaciones de COVID-19 en condiciones irregulares, médicos internos de pregrado, aseguraron que son 35 más los alumnos contagiados durante su residencia en el Hospital General de Ecatepec.
Mediante una conferencia de prensa virtual, los estudiantes informaron que actualmente hay cinco internos delicados. Reafirmaron que se contagiaron de COVID-19 mientras laboraban en el hospital. En seguida detallaron que otros 20 internos superaron la enfermedad y 11, que terminaron antes su servicio, igualmente resultaron positivos.
Los médicos pasantes, quienes pidieron no revelar su identidad, por miedo a las represalias, corroboraron que trabajan sin el equipo suficiente para protegerse y proteger a los enfermos. Este hecho propició que el número de contagios entre ellos fuera mayor.
(…) todos hemos trabajado bajo condiciones inhumanas, a veces aguantando guardias de hasta 36 horas corridas, y sin ningún tipo de apoyo cuando hemos reportado que tenemos síntomas, ni siquiera nos hicieron pruebas PCR, que varios de nosotros nos tuvimos que hacer por fuera”.
Por otra parte, pidieron a las autoridades de la Secretaría de Salud del Estado de México mejorar las condiciones de trabajo y entregarles el equipo adecuado. Solicitaron de manera urgente, que los consideren para la vacuna contra Sars-CoV-2; pues es injusto que vacunen a otros médicos pese al nulo contacto que tienen con pacientes COVID-19.
Somos carne de cañón, mano de obra barata, con un raquítico apoyo económico de mil 800 pesos al mes, además de las largas jornadas de trabajo que tenemos para cumplir con el año de internado”.
