Por Elisa Sumoano
Foto: Julio Álvarez
Hip hop como estilo de vida: Historias entre beats y muros (I)
El Hip Hop es un movimiento social, artístico y cultural que tiene su comienzo cerca de los años 60 y nace en los barrios bajos de Nueva York –Brooklyn, Queens y Bronx–.
Desde el principio, las características más representativas de de este movimiento como el crear pistas musicales (DJ), escribir rimas para dichas pistas (MC), el grafiti y el break dance (Bboy) se hicieron presentes. El estilo musical nacido con este movimiento se da con la combinación del MC (Master of Ceremony) y el DJ (Disc Jockey), dando como resultado Rap.
El grafiti es la representación gráfica de los ideales que representa el Hip hop; el estilo de los dibujos y la superficie en donde generalmente se llevan a cabo son de carácter urbano; es decir, en los barrios peligrosos, bardas abandonadas, canchas de fútbol, baloncesto o frontón, etc. Esta rama del movimiento ha evolucionado con el paso del tiempo, pues ya no se trata sólo de vandalizar o afectar al sistema como surgió, sino que ha adquirido valores artísticos, decorativos y de valor social.
Se pueden clasificar en 2 categorías, legal e ilegal; el primero, como su nombre lo dice, se realiza con permiso del dueño de la superficie o de la autoridad pertinente, y se utilizan para aplicar muralismo e ilustraciones más detalladas debido a que se cuenta con el tiempo pertinente para hacerlos. Por otro lado, el ilegal se realiza a escondidas de la autoridad y suele llevar una carga de manifestación en contra del sistema; se caracterizan por sus trazos simples y rápidos, colores llamativos y poco detalle en el diseño.
Pasión
Cristopher Hernández, a.k.a. Loope, nos platica un poco su historia con el grafiti, la cual va totalmente de la mano con un nacionalismo y una identidad como mexicano muy marcada. Para Loope, el grafiti es, de manera artística, un lenguaje, una forma de decir “el hombre es vida, es arte, es pasión y no un simple número”. Es una forma de gritarle al mundo que estamos vivos. Por otra parte ha significado una forma de dejar huella en este mundo, que, para él, es a lo que se viene: a dejar huella.
En los peores momentos ha significado una forma de desahogo, de encontrar la calma y de olvidar por unos minutos los problemas sociales que le rodean, es una carga total de adrenalina que genera dopamina y con ello cierta satisfacción. De manera más personal, el grafiti, al menos el ilegal, ha significado una forma de decir “estuve aquí, aquí y aquí” una forma de marcar, no nada más un territorio, sino una historia, de sentirse orgulloso porque su nombre es visto por muchas personas y aunque quizás nunca van a ver su rostro sabrán que existe un vato que, en la noche anterior, salió a la calle, se la jugó, pintó “y sepa cómo chingados le hizo para desaparecer de ahí”. Nos platicó. “En resumen es una forma de decir que existo”
El apoyo al Graff es aún escaso, no nada más al Graff, a todo tipo de arte se le apoya muy poco y en específico a todo lo relacionado con el Hip hop, se refirió por parte de las autoridades, actualmente afirma que se tiene que hacer una propuesta, llevarla con alguna autoridad y esperar a que sea de agrado para que brinden el apoyo y aun así, económicamente hablando, el apoyo es limitado.
Según Loope, en otros países, las mismas autoridades crean un sinfín de convocatorias para arreglar espacios abandonados, hacen su selección y el financiamiento es alto, adicional a esto, las convocatorias llegan a ser desde dentro de la colonia, en unidades habitacionales, en un municipio, distrito o de rango estatal. Aquí las convocatorias llegan a ser escasas y en su mayoría estatales. Contrario a lo que sucede en la iniciativa privada, donde las marcas suelen expresar su apoyo a través de concursos frecuentes o hasta patrocinios.
Hay que retomar siempre las raíces, de dónde nace el amor a lo que hoy somos y hacemos, es por esto que consideré importante que Loope nos platicara cómo comenzó su pasión por este arte.
“Desde que estaba morrito, como a los 10 años mis primos, que son cinco años más grandes, me compartían sus revistas de grafiti como la “Viruz Grafiti” o “Rayarte” entonces yo veía su contenido y me sacaba de pedo”.
Empezó a hacer dibujos en el cuaderno, a dibujar su nombre como una “bomba” o como una pieza y al ver que se podía hacer en una barda, en el baño de la escuela, en la banca del salón de clases, en las bancas del deportivo, en los cristales empañados del carro, en el cuaderno cuando iba de viaje, cuando descubrió que se podía hacer en cualquier lugar, se volvió más atractivo; cuando escribía su nombre con un marcador en los baños y sus amigos preguntaban si él lo había hecho y respondía “sí” descubrió ese placer que genera el grafiti.
Cuando tenía como 14 años, uno de sus vecinos ya hacía grafiti, la mayoría piezas legales y en ocasiones lo acompañaba a pintar, sólo como espectador. Cuando empezaba a trazar la gente le gritaba cosas como “píntate las nalgas” o “ponte a trabajar pinche vándalo” pero cuando acababa su pieza, ya con detalles y todo ese mar de colores, los que pasaban lo felicitaban y admiraban su trabajo ahora decían cosas como “esto es lo que necesita México, que los jóvenes hagan arte y no estén de vagos”. – Ahí fue cuando me di cuenta que la gente también le encuentra algo de estético al grafiti.
– Un amigo de él una vez me enseñó unos dibujos de letras estilo “chicano” Y fue ahí cuando descubrí lo que quería pintar, desde entonces se ha vuelto mi estilo preferido.
A dos calles de su casa había un mural a la virgen de Guadalupe con dos “Lowrider” a sus pies y con letras chicanas, agradecimientos a la figura sagrada y pensaba “esto representa a México”.
Técnica
Los logros en el graff no son tan físicos como en el rap o en el break, tal cual el grafiti es la creación anónima de una obra, y hay que ser muy bueno para recibir una cosa material, – pero con los amigos que da el grafiti es suficiente, son amistades muy diferentes, muy leales y muy reales.
– Mis exponentes favoritos son la gran figura del DF “Siler”, el difunto “Pemex”, me agrada el “Doek”, actualmente pinta muy chido el “Crno” el “Homie” Y mi máximo ídolo “Buster”. Mencionó durante la entrevista.
Primero que nada hay que retomar la división sumamente notoria entre el ilegal y el
legal a opinión de Cristopher: el ilegal es totalmente una cuestión de ego, una cuestión de decir quién pinta más, en lugares más arriesgados, en donde más gente lo ve o quién pinta más chido. Digamos que aportar a la sociedad pues en el hecho de que haciendo grafiti la persona mantiene la mente ocupada en crear arte, que si comete una falta al pintar una barda sin permiso pero que al final es mucho mejor que estar robando o cualquier delito que en realidad es grave.
En el caso del grafiti legal, muchas veces el artista vive de hacer pintas estéticas, se recuperan espacios abandonados, se hacen muestras de arte públicas, se le da color y vida a la ciudad, a partir del grafiti hay gente que conoce el diseño gráfico y se enfocan en eso. En realidad, en un solo concepto, el grafiti ayuda a la sociedad abriendo puertas para que personas obtengan una forma de vida mediante un arte visual y más porque la mayoría de los grafiteros provienen de barrios bajos, por lo que muchas veces resulta en una forma de salir de entornos violentos y de que se pueda vivir haciendo lo que les apasiona.
Elisa Sumoano es estudiante de la licenciatura en Comunicación y Periodismo de la Facultad de Estudios Superiores Aragón, UNAM en la Ciudad de México.
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