La quinta entrega cinematográfica del director Martin McDonagh que ha alcanzado nueve nominaciones al Oscar de este año, incluyendo Mejor Película, Mejor Dirección, Mejor Actor, Mejor Actor de Reparto y Mejor Actriz de Reparto; llegó a las salas de cine de México este jueves 2 de febrero: The Banshees of Inisherin (Los espíritus en la isla) protagonizada por los nominados Colin Farrell, Brendan Gleeson, Kerry Condon y Barry Keoghan.
¿De qué trata la película?
“Dos viejos amigos de toda la vida, se encuentran en un callejón sin salida cuando uno de ellos decide terminar abruptamente su amistad, acarreando consecuencias alarmantes para ambos”.
La historia se desarrolla en la isla irlandesa, Inisherin, la isla “chica”, que se encuentra frente a la “isla principal” durante los sucesos de la Guerra Civil, entre finales de marzo-abril de 1923.
En esta isla viven los protagonistas, Pádraic y Colm, dos amigos con una rutina diaria: ir al pub a las 2:00 de la tarde todos los días. Hasta el día en que ya no, cuando uno de ellos decide que la amistad ya no era valiosa o estimulante para el tiempo que le quedaba.
Alrededor de los protagonistas, se encuentran historias paralelas en la isla: Siobhán, hermana de Pádraic, una mujer soltera que vive sumergida en los libros y sólo comparte la cotidianidad con su hermano. Dominic, el joven hijo de uno de los policías de Inisherin que es considerado “el más estúpido del lugar”.
Así, por encima, parece una historia simple, monótona y poco arriesgada, pero entre estos sucesos hay tintes de comedia, reflexiones mucho más profundas y críticas sociales hacia la guerra, el abandono de comunidades pequeñas y la policía como elemento de abusos y violencia.
Del título, las “banshees”, son una criatura mitológica y folclórica de Irlanda. Se describe como un alma en pena (comúnmente un espíritu femenino) que anuncia la muerte de alguien. Esto cobra mucha relevancia con la trama.
**Aquí van un poquito de spoilers, más del subtexto que de la trama, pero no prometo nada. Lee con cuidado**
De las amistades rotas
El tema principal de la cinta es sencillo pero profundo: una longeva amistad que uno de los implicados decide terminar mientras el otro queda desolado, consternado y deprimido. Retratado en una amistad masculina.
A menudo se ficcionaliza alrededor de los rompimientos sexo-afectivos, la parte del duelo, de la venganza o el llanto por días enteros. Nunca se habla de qué pasa cuando una amistad “rompe”.
El personaje de Farrell, Pádraic, es el que termina botado por Colm (Gleeson) y como cualquier persona, está confundido y preocupado por el fin abrupto de su amistad. “Ayer todo estaba bien”. Incluso las personas de la isla le preguntan: “¿Estuvieron discutiendo?” Y él responde: “No creo que estuviéramos discutiendo”.
Pádraic se enfrasca en una ansiedad implacable de no saber qué hizo mal, qué dijo borracho o qué discusión pudo haber tenido para que Colm ya no quiera ser su amigo.
El rompimiento de una amistad es algo que no esperamos. Las amistades son relaciones que solemos dar por sentado y confiamos, se quede para siempre. Sí, es normal perder amistades a través de los años, pero esto sucede casi con un consenso silencioso: cambios de planes, pocas visitas, poca comunicación, dejas de recibir las invitaciones… y lo entiendes.
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Sin embargo, una ruptura directa como: “creo que ya no me agradas” o “ya no quiero sentarme a charlar contigo” no es algo común o que nadie enseñe a manejar ni enfrentar. Sobre todo en la adultez. En un momento de la cinta, cuando Pádraic cuenta a Dominic (Barry Keoghan) que Colm ya no quiere ser su amigo, este le responde: “¿qué tienes? ¿12 años?”.
El viaje de Pádraic y Colm se convierte en un vaivén entre: evadir, buscar, enfrentar. Hasta que Colm toma cartas en el asunto de una forma brusca y poco racional de ponerle un alto a la insistencia de Pádraic. Esto refleja a la perfección que ninguno de los dos sabía manejar la situación; uno quería alejarse, el otro quería entender y recuperar lo que estaba bien.
Esta travesía representada en una amistad de dos hombres permite hacer, incluso, una lectura de la masculinidad. De cómo los mecanismos de defensa se transforman conforme avanza el duelo: ansiedad, busca de validación de otros hombres, ejerciendo poder sobre otros o amedrentando a través de la violencia (en este caso, auto-infligida y a bienes materiales).
De la soledad
Al mismo tiempo en el que Colm decide alejarse de Pádraic, este se vuelve vulnerable ante su propia soledad. Se percata de que sólo cuenta con su hermana, “el más estúpido de la isla” y su burra.
Como a menudo sucede con las relaciones sexo-afectiva, la amistad de Colm era un vínculo más importante para Pádraic, su sostén y prácticamente, su rutina diaria. Cuando lo pierde, es lógico que se encuentre como alma en pena, justo como una banshee lamentándose por toda la isla; el duelo por la muerte de su amistad.
La soledad de Pádraic no es la única que se explora, sino también la de Siobhán, su hermana quien nunca se casó, no tiene ningún vínculo de amistad y entabla pocas conversaciones con las personas del pueblo. Ella, por otro lado, parece consciente de su soledad desde el principio.
También está Dominic, hijo de un policía, el “apestado” de la isla, maltratado y abusado sexualmente por su padre. Él transita la isla solo, buscando la compañía de alguien y en el fondo, un lugar seguro que encuentra en Pádraic y Siobhán.
Los animales juegan un papel importante cuando la cinta aborda la soledad, Pádraic encuentra confort y cariño en su burra. Mientras que Colm, está siempre acompañado por su perro. Hay una escena en la que ambos están en el pub y fuera, sus animales de compañía, juntos. Ambos personajes estaban solitarios uno sin el otro.
De la amabilidad y el éxito
La soledad de Colm se representa distinta a la de Pádraic. Colm se aleja de su amigo para “no perder el tiempo” quiere componer música y considera que las charlas con Pádraic son aburridas y burdas.
A pesar de que Colm comienza a componer con estudiantes de música en el pub, canta con los colonos y entabla conversaciones con otros personajes, cuando logra terminar su melodía (que justamente titula: the banshees of Inisherin) lo festeja bailando con su perro.
Colm se aleja de Pádraic para hacer algo importante musicalmente y ser recordado en el futuro, como Mozart. Siente que se le acaba el tiempo y la monotonía de la isla lo hace sentir pequeño y olvidable. Se aleja de su amistad “mundana” para buscar el “éxito”. Pádraic, por otro lado, lo enfrenta y le dice que no importa ser recordado si no eres amable.
Colm canaliza su soledad y la asfixia de la isla en aislarse aún más para hacer algo que él cree que es importante, Pádraic, por su parte, no sabe enfrentar la soledad y la brusquedad de su amigo; no le importa hacer algo destacado, sólo quiere pasar el tiempo charlando con Colm.
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“Los hombres preferirían cortarse todos los dedos antes de ir a terapia”
El viaje de Colm y Pádraic representa un vínculo que atraviesa crisis personales, depresión, sensación de asfixia y un hartazgo de la monotonía. Ambos hombres estaban pasando, cada uno, por su propio proceso de ruptura a su manera con los medios que tenían a su alcance. Uno, aspirando a la grandeza; el otro, disfrutando de las cosas cotidianas y pequeñas.
En esta cinta se explora el duelo masculino, en respuesta a la narrativa clásica donde son las mujeres las que se convierten en “banshees”: las que comen helado, lloran por horas y se vuelven esclavas del dolor. En este caso, es un hombre y justamente, a causa de otro hombre.
La historia retrata de forma conmovedora, divertida y agresiva las relaciones humanas, la amistad atravesada por la masculinidad del siglo pasado, los efectos de la guerra en una isla que escucha cada cañonazo de la población contigua, la monotonía de una vida aislada de la ciudad, la rutina en la adultez y el exilio del “mundo grande” y de las noticias.
The Banshees of Inisherin es una película con alma. En la que con una fotografía bellísima, se retratan las etapas del duelo, la separación de vínculos familiares y amistosos así como la importancia y necesidad inherentemente humana de estar acompañadx de otrxs.