EU, el destino de Ovidio; estructura del cártel intacta pese a captura

Se les acusa de “conspiración para repartir cinco kilogramos o más de cocaína, 500 gramos o más de metanfetamina y mil kilogramos de marihuana para importar a los Estados Unidos”

Ovidio Guzmán, “El Ratón” -hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán-, fue detenido por segunda vez. El operativo se realizó en la comunidad de Jesús María cercana a Culiacán por integrantes de las Fuerzas Armadas.

Este segundo operativo se dio mil 144 días después del primero, mejor conocido como el Culiacanazo, donde aquel fatídico 17 de octubre de 2019 terminó en la liberación de Ovidio por órdenes del propio presidente Andrés Manuel López Obrador, ante la violencia desatada en la capital del estado por parte de integrantes del cártel de Sinaloa.

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Sin embargo, a pesar de que este segundo operativo para detener al hijo menor del Chapo ha concluido exitosamente con su presentación ante la Fiscalía Especializada en Crimen Organizado en la Ciudad de México, hasta el momento, se desconoce la existencia de una orden de captura en su contra por parte del gobierno mexicano.

La única información sobre su estatus jurídico tras ser detenido en un operativo que culminó luego de seis meses de trabajos de inteligencia es, de acuerdo con el secretario de la Defensa Nacional, general Luis Crescencio Sandoval, la portación de armamento de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas.

Sobre una acusación formal por narcotráfico, solamente se conoce una orden de captura girada en su contra en Estados Unidos por lo que se espera que, tras ser detenido en Sinaloa y trasladado a la Ciudad de México para ser presentado ante las autoridades correspondientes, sea extraditado a ese país.

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Se trata de una acusación fincada en 2017, pero dada a conocer en 2019 tras el Culiacanazo. Fue realizada en una corte federal de Columbia y también incluye a Joaquín Guzmán López uno de sus hermanos.

En ella se les acusa de “conspiración para repartir cinco kilogramos o más de cocaína, 500 gramos o más de metanfetamina y mil kilogramos de marihuana para importar a los Estados Unidos”.

El documento en poder de LINOTIPIA firmado por Arthur Wyatt, jefe de la sección de narcóticos y drogas peligrosas del Departamento de Justicia, detalla que desde de abril de 2008 y hasta la fecha de elaboración de la acusación, los dos hermanos Guzmán López “y otros conocidos y desconocidos por el Gran Jurado” se confabularon para traficar drogas desde México hasta Estados Unidos a través de la frontera.

De acuerdo con las autoridades estadounidenses, los hermanos Guzmán López comenzaron temprano sus carreras de narcotraficantes al heredar las relaciones de su hermano Edgar Guzmán López, asesinado en mayo de 2008 en Culiacán. 

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Después de la muerte de Edgar, Ovidio y Joaquín heredaron una gran parte de las ganancias de los narcóticos y comenzaron a invertir grandes cantidades de dinero en efectivo en la compra de marihuana en México y cocaína en Colombia, asegura el Departamento de Estado.

Estados Unidos agregó que los Guzmán López también comenzaron a comprar grandes cantidades de efedrina de Argentina y organizaron el contrabando del producto a México cuando comenzaron a experimentar con la producción de metanfetamina.  

El Departamento de Estado aseguró además que los hermanos Guzmán López actualmente supervisan aproximadamente once laboratorios de metanfetamina en el estado de Sinaloa que producen un estimado de mil 360 a dos mil 267 kilogramos de la droga por mes. Lo que en los círculos del narcotráfico le ganó el apodo a Ovidio de “El Rey de la Meta”.

Esta metanfetamina producida por los Guzmán López se vende al por mayor a otros miembros del cártel Sinaloa que son distribuidores con sede en Estados Unidos y Canadá

“Otra información indica que Ovidio Guzmán López ha ordenado el asesinato de informantes, un narcotraficante y un popular cantante mexicano que se había negado a cantar en su boda”, sostiene el Departamento de Estado que ofrece una recompensa de 5 millones de dólares por información que llevara a la detención de Ovidio.

La estructura del cártel, sin mermas

Tras la detención de “El Ratón”, en conferencia de prensa el secretario de la Defensa Nacional, general Luis Crensencio Sandoval, recalcó que ésta “representó un golpe contundente a la cúpula del poder del cártel del Pacífico acciones que refrendan y compromiso institucional por parte del Ejército mexicano, Guardia Nacional, CNI, Cenfi, Fiscalía General de la República y secretaría de Seguridad Pública del estado”.

Sin embargo, Ovidio Guzmán no es reconocido por las autoridades como el mando principal en la escisión de “Los Chapitos”,  sino su medio hermano Iván Archivaldo Guzmán Salazar, conocido precisamente como “El Chapito”.

La detención de Ovidio Guzmán no representa un golpe letal para el cártel de Sinaloa que es comandado en su totalidad por Ismael “El Mayo” Zambada de acuerdo con fuentes en el gobierno estadounidense.

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A pesar de su detención y su eventual extradición a Estados Unidos para enfrentar un destino similar al de su padre, Joaquín “El Chapo” Guzmán, -que purga cadena perpetua en una prisión de máxima seguridad en Colorado-, las rutas del cártel a través de la frontera y desde sudamérica para traficar distintas drogas permanecen intactas por el momento.

Al igual que las redes para fabricar drogas sintéticas, sus laboratorios, listas de clientes y pedidos a diversos países, no solamente Estados Unidos y Canadá sino una buena parte de Europa.

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