Tijuana inverna en el helado de sus momentos más violentos, más antipáticos, más cuestionados. Las calles transitan mecánicamente, las paredes se carcomen y los colores en los murales van desvaneciendo su intensidad.
En Tijuana el pasado y el presente confluyen para formar un estilo de vida único. Su arquitectura, sus costumbres, su gente, han creado un sin fin de elementos que hoy se consideran icónicos. Edificios con más de cincuenta años de antigüedad que han sido remodelados por la gente establecen que Tijuana se construye cada día sobre su pasado.
Foto: libro “Irregular” de Ingrid Hernandez Por Rodrigo López Montes Tijuana, a pesar de su juventud –de sus…