Mujer haitiana

La Little Haití: sobreviviendo a los estragos de la pandemia

La Little Haiti una comunidad de migrantes invisibilizada y olvidada en las periferias de Tijuana, luchando solos contra el covid19.

“Los residentes de la Little Haiti no fueron la excepción y la mayoría de la comunidad perdió su empleo”

La Little Haití es una comunidad de migrantes invisibilizada y olvidada en las periferias de Tijuana, donde sus integrantes han tenido que luchar para sobrevivir sin empleos y con una escasez de alimentos desde que la pandemia de Covid-19 llegó a México. 

En marzo de 2020 inició el periodo de aislamiento que las autoridades de salud del gobierno mexicano recomendaron a la población.

Con ello muchos empleos se adaptaron a un espacio digital para realizarse desde la distancia, sin embargo, cientos de miles de empresas chicas, medianas y grandes fueron golpeadas por una crisis que las condujo a la reducción de personal como única solución para mantenerse en el mercado.

Mujer haitiana

Provocando que se perdieran 12 millones 180 mil empleos en todo el país en tan solo el mes de mayo y abril; de los cuales 3.72 millones fueron trabajos formales y 8.46 millones fueron trabajos informales, de acuerdo con un estudio del Banco de México presentado en julio.

Los residentes de Little Haiti no fueron la excepción y debido a la crisis económica resultado de la pandemia, la mayoría de la comunidad perdió su empleo. Por lo que se han visto en la necesidad de racionar la comida y reorganizar sus labores.

Como la integración de los hombres a las tareas domésticas, por ejemplo, cocinar, lavar la ropa y cuidar a los niños.

Hombre lavando ropa

El pastor Gustavo Banda, líder religioso de la comunidad, mencionó que hasta la fecha no han tenido ningún caso de Covid-19 y que si alguien se ha llegado a contagiar, debido a la falta de recursos no se dieron cuenta, pero que en el momento todos se encuentran bien. 

Cabe resaltar que sin ningún apoyo gubernamental y con escasos recursos, la comunidad ha logrado sobrevivir hasta este fin de año, pero todas y todos son conscientes de que la situación cada vez es más difícil. 

Por si fuera poco, a pesar de llevar más de 5 años en el país, aún siguen luchando con las autoridades para arreglar su estado migratorio. Dado que en 2016, 40 personas que aún integran la comunidad decidieron cambiar sus planes de cruzar a Estados Unidos y quedarse a iniciar una vida en México.

Incluso ya se han empezado a formar nuevas familias y dentro de la comunidad ya nacieron niños a los que se les puede nombrar mexicanos; aunque el proceso para registrar a los nuevos integrantes como ciudadanos mexicanos sigue siendo complicado.  

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Little Haití: sobreviviendo a las adversidades desde el principio

La Little Haití es el hogar de cientos de migrantes, en su mayoría haitianos, que han llegado a Tijuana desde agosto de 2016 con la intención de buscar el sueño americano en Estados Unidos.

Sin embargo, después de que en diciembre de 2017 el gobierno de Donald Trump revocó el estatus de protección temporal (TPS, por sus siglas en inglés) concedido a ciudadanos haitianos tras el terremoto de 2010, miles de migrantes decidieron quedarse a vivir en México. 

Por otra parte, desde la llegada de los casi 23 mil haitianos y haitianas, Zaida Guillén y su esposo, el pastor Gustavo Banda Aceves decidieron abrir las puertas de su iglesia evangélica “Embajadores de Jesús” para alojar a familias; comenzaron albergando a 100 migrantes. 

Pero cuando los migrantes decidieron quedarse en Tijuana, la iglesia donó terrenos a través de grupos religiosos de Estados Unidos y México, para que 30 familias pudieran construir su vivienda de 5×5 metros cuadrados sin necesidad de pagar renta.

Este fue el inicio de la Little Haití ubicada en el Cañón del Alacrán, dentro de la delegación Playas de Tijuana, al suroeste de la ciudad y a 100 metros de distancia de la sede de la iglesia evangélica. 

Se trata de un terreno pedregoso de 3 km con arena suelta que dificulta y casi imposibilita el acceso de algunos vehículos, pero son 3 km seguros para migrantes.

Mochila en tendedero
Foto: José Luis de la Cruz

Aunque esta comunidad parece el inicio de un santuario migrante, las autoridades municipales no están nada felices con ella.

De acuerdo al Departamento de Protección Civil de Tijuana, la zona de construcción se encuentra en una “zona de riesgo hidrometeorológica”, en otras palabras, que se corre riesgo de inundación y por eso se considera delito grave la construcción o edificación en esa área. 

 

Niño recostado en el suelo

El pastor Banda ha comentado en reiteradas ocasiones, que en los casi 30 años viviendo en el cañón en medio de esos dos cerros, no han tenido ningún accidente, por lo que el tipo de atención por parte de las autoridades es un acto de racismo, dado que se presentaron justo cuando se quiso empezar a construir una comunidad haitiana.

Por estas razones y más la Little Haití es un ejemplo de como Tijuana no es un santuario migrante; las autoridades se encuentran ajenas a la comunidad y parece ser que para la sociedad en general, los migrantes están en el olvido. 

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