Todo lo que piensas en ese último respiro es haber hecho las cosas diferentes; no arreglarte lo suficiente para ir a la escuela, no ser una joven dedicada, no haberle dicho a mamá que no sea paranoica y es porque «que la ciudad es un poco más insegura».
El último trago
Ella se fue a navegar
en su barca de cruz de olvido,
cruz de amor, donde murió de hastío.
¡Ay dolor me volviste a dar!
Una joven mujer se había casado con el hombre rico del pueblo. Dedicó sus días a él, lavando sus ropas y preparando su cena. Perdonó sus traiciones y fue siempre fiel.
Nos estamos convirtiendo en nuestro propio espectáculo, el morbo nos ha llevado a disfrutar de la exposición de la privacidad. Pequeños colectivos que hacen videos donde invaden el espacio personal solo por lograr más VIEWS.
No se dijo en voz alta que nosotrxs somos / lxs que hemos vivido en familia y colegio / trabajo y cultura una continua expulsión…
Bienvenido día delgado / en el que pasa tan poco / ya pasa bastante / sin que nada pase ..
Askari retrata la nostalgia de ese hogar, el suyo, el mío, el de todos que es capaz de construirnos a través de experiencias cálidas, pero que también puede desmoronarnos si le place, si las circunstancias se prestan.
Se fue el “Alex” para el Norte. El Norte se antojaba, y aún ahora se antoja, como algunos gustan decir, una panacea; algo que cura y resuelve todo.
Materializar historias tan breves como sustanciales requiere de cierto dominio lingüístico y otro tanto de capacidades imaginativas, destreza que no se revelan para todo escritor, habilidades que sí encontramos en las obras de Aboytia.
Enterré al perro ayer. Un perro mestizo, sarnoso cuando lo adopté de la calle. Es la única mascota que he tenido. Metí su cuerpo rígido en una bolsa negra, cavé un agujero en el jardín y lo embutí ahí con todo y moscas. Tenía catorce años y murió al pie de las escaleras…