Cómo cada ocho de marzo desde 2018 te preparas. Abordas el transporte hasta llegar a la Ciudad de México, en San Lázaro, ese lugar que por años ha sido un puente entre la ciudad y la periferia.
Ese es el trabajo de un tlachiquero, aquella persona que raspa, junta el agua que emana del maguey y prepara la bebida de los dioses.
Suficiente tenemos con aguantar la malilla en los tiempos malos, cuando todo se calma y no hay nadie en la calle que te quiera dar un peso, cuando juntamos apenas para comer un taco de vez en cuando.
Así como los afectados por el virus, poseen en sus cuerpos la posibilidad de que les cueste respirar, el clima social que magistralmente describió Ortega y Gasset, como hiperdemocracia, se tornó una atmósfera irrespirable.
Verdaderamente vivir es descender al ensueño
Los sueños son una llama de fuego, que se prende o se apaga a nuestro cause; Los sueños dejan de serlo cuando dejamos de soñar.
Como el mar, un ir y venir de olas emocionales internas recorrían su cuerpo gracias a un organismo que no se puede ver
Hace unos años, antes de la pandemia, el cruce fronterizo era común para muchos de los que disfrutamos (a contadas veces) de ser mexicanos.
Después de un momento, la gota se encontró en la oscuridad absoluta y cayó dentro de un cáliz, uno tan grande como lo es el universo y tan tangible como el tiempo mismo.
Por Olios Nidios En salón desnudo Ojalá sepas qué dices cuando duermes cansadx y sin energía______aún así te…