Recién publicaron su columna, donde critica la impunidad en el caso Iguala, en el que 43 normalistas de Ayotzinapa fueron asesinados hace casi ocho años, lo compartió en su muro de Facebook y cerró su laptop. Caminó tranquilamente al baño principal de su casita sobre la calle Valerio Trujano, para lavarse los dientes. Quizá fue a la cocina a prepararse un sándwich antes de partir, lavar los platos, darle de comer a su perro, no se sabe.
Pasó un tiempo quizá leyendo un periodíco de la mañana u hojeando un libro de Jesús Blancornelas, de García Marquéz o de Javier Valdez. Tal vez su lectura era más simple, leía una novela de algún escritor del Boom Latinoaméricano, o veía publicaciones en su teléfono, hasta que llegó el momento de partir, tomó las llaves de su carro de un buró, quizá de un cuelga-llaves cerca de la puerta de entrada o ya las tenía consigo. Cerró la seguridad de su casa, movió un poco la reja para asegurarse de que estuviese bien cerrada, se acercó al carro rojo que tanto le había costado comprar; del lado del conductor abrió la puerta y la dejó así mientras acomodaba alguna basura perdida entre los asientos, quizá papeles de alguna investigación o comunicados y escuchó que alguien se acercó.
Sonó el tanque de una escuadra, la vista se le volvió de rojo, en su pecho algo quería nacer: un grito desesperado, unas palabras de auxilio, de coraje quizá; el tiempo se hizo lento, sus 30 años de carrera periodística corrieron frente a él como una mariposa monarca migrando a canadá –debí de haberme ido, pensó tal vez–, poco a poco cayó recostado sobre el asiento del carro rojo; mientras sus adentros se externaron al interior del vehículo, los pasos del sujeto de la escuadra desaparecieron al sur o al norte; por un segundo todo fue silencio, luego llegaron los gritos que nunca escuchó.
El 22 de agosto, asesinaron a Fredid Román Román, periodista de ‘La Realidad’ en Chilpancingo, Guerrero. Van 15 comunicadores asesinados durante este año en el país; la estrategia es la misma, la corrupción e impunidad siguen siendo el mejor plan del Estado. ¿Quién es quién en los homicidios a periodistas, señor presidente?
