En el pasaje Sonia, ubicado entre la calle Cuarta y Quinta sobre la avenida Revolución, está un nuevo lugar con exquisita cerveza artesanal y comida única: la República de Hops.
La segunda sucursal de la cervecería tijuanense -la primera se encuentra en la planta baja del pasaje Revolución-, te recibe con un verde jardín iluminado con leds que enmarca el lugar; entras por un arco donde te espera la barra con cerveza artesanal y tragos preparados.
Sobre la barra cuelgan barrotes iluminados, como si se entrase a una cueva, estos dirigen tu vista hacia un mural hecho por Aldo Gibran. En él, una mujer de piel violeta coronada por lúpulos te saluda con la mirada.
Las mesas largas acompañadas de una buena selección de música -a volumen perfecto para pláticar-, son el preámbulo de noches llenas de sabores.
En el menú te encontrarás con nachos bañados en salsa de la casa (hecha a base de queso y la cheve Güera republicana), pico de gallo y aderezo de serrano y cilantro, servidos con arrachera al grill.
Otro platillo que queda perfecto con una Old School (West coast IPA), son las tostadas de atún cortado en cubos y marinado en una salsa especial oriental a base de jengibre, cítricos y salsa soya; montado en tres wontons fritos y decorado con poro frito en tiras.
También están los sliders de res, las papas con perejil y parmesano, los tenders o alitas de búfalo y orientales o los sopes de carnitas. Pero la favorita de la casa son las Fish & Chips: dos filetes de angelito marinados con cheve de la casa y empanizados en panko frito, servido con salsa tártara, limón amarrillo y papas fritas.
Cualquiera de los platillos combina perfectamente con la gran variedad de cervezas que maneja la barra de República de Hops. IPAs, Stouts, Ales y hasta Lagers para quienes no están acostumbradxs al sabor fuerte de una artesanal.
Esta cervecería, aparte de tener sabores profundos en su menú de bebidas y comida, es la entrada perfecta para el mundo de la cheve artesanal, los sabores son muy claros y presentes, pero también buscan ser un opción para quienes no disfrutan del amargor del lúpulo.
